La acusación se apoya en declaraciones que Piquet, campeón de la categoría reina del automovilismo en 1981, 1983 y 1987, hizo en una entrevista divulgada por internet, en la que se refiere varias veces a Hamilton como "ese negrito".

Piquet se refería a unas maniobras de Hamilton en el Gran Premio de Silverstone el año pasado, que casi causaron una colisión con el holandés Max Verstappen, cuya novia es hija del expiloto brasileño.

Hamilton, siete veces campeón de Fórmula Uno y participante en campañas globales contra el racismo, rechazó las declaraciones de Piquet y pidió dejar atrás "esas mentalidades arcaicas que no tienen espacio en el deporte".

El piloto británico recibió además la solidaridad de casi todo el mundo del automovilismo.

Las declaraciones de Piquet fueron condenadas por la FIA, por la dirección de la Fórmula Uno y por prácticamente todos los equipos de la categoría reina, entre los que figuraron Ferrari, McLaren, Aston Martin y Alpine